A dos años de la marcha que provocó la muerte de los ciudadanos Inti Sotelo y Bryan Pintado y la posterior renuncia de la presidencia de Manuel Merino, las investigaciones siguen su curso.
Este Lunes se cumplieron dos años de aquel día de protesta social, donde centenas de peruanos, catalogados como “la generación del bicentenario” salieron a las calles para mostrar el rechazo del entonces gobierno interino de Manuel Merino en el año 2020. Lamentablemente aquel fue marcado por la represión policial y la lamentable muerte de dos jóvenes. Después de dos años, la familia de las víctimas no encuentra justicia.
Bryan Pintando, fue la primera víctima de la noche del 14 de noviembre. El joven presentaba proyectiles de arma de fuego en su cabeza, tórax, cuello y brazo. Él informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, detalla que Bryan fue trasladado al Hospital Nacional Miguel Grau, donde llegó sin vida.
Inti Sotelo, fue la segunda víctima durante la Segunda Marcha Nacional, que presentó perforaciones en el cuerpo ocasionados por cuatro perdigones, uno de ellos llegó al corazón y le provocó la muerte.
Las Investigaciones fueron paralizadas
Después de aquel suceso, La Fiscalía de la Nación abrió una investigación para determinar la responsabilidad de Manuel Merino, Ántero Flores Araóz (primer ministro) y de Gastón Rodríguez ( ministro del interior).
La acción quedó sin efecto, luego de que en junio pasado el Congreso votará por archivar la denuncia constitucional presentada por la fiscalía.
Ante este panorama el abogado de la familia de las víctimas, Carlos Rivera, anunció a la prensa que presentará una denuncia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el estado por impunidad.
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