¿Alguna vez has agregado una extensión a tu navegador web? Las extensiones de navegador pueden ser muy útiles, llenando los vacíos en la funcionalidad o agregando nuevas funciones interesantes (corrector de ortografía/gramática, almacenamiento de contraseñas o bloqueo de anuncios) y, en general, haciendo simplemente que la vida en la web sea más conveniente.
Al mismo tiempo, tienen el potencial de ser un grave riesgo de seguridad: muchas solicitan acceso a todo lo que ves en línea, algunas cambian la configuración clave dentro de tu navegador y pueden operar y comunicarse con tu desarrollador (o con anunciantes u otras partes) en segundo plano sin tu conocimiento.
En marzo de 2022, un grupo de investigadores de McAfee descubrieron la existencia de una versión maliciosa de Netflix Party, una extensión de Chrome diseñada para permitir que varios usuarios de Netflix transmitan contenido simultáneamente. Además, el equipo también encontró cinco extensiones de Google Chrome que recopilaban datos de los usuarios de manera discreta.
No buscamos disuadirte de utilizar tus extensiones favoritas, pero debes asegurarte de que las que estás usando sean seguras.
En primer lugar, debes aplicar las reglas habituales: Mantén tu computadora y sus aplicaciones actualizadas. Ejecuta escaneos regulares de malware. Esto contribuirá en gran medida a minimizar el riesgo que representan las extensiones potencialmente poco fiables. Más allá de estos consejos, aquí te explicamos cómo realizar un buen chequeo.
Cómo detectar amenazas a tiempo
Identificar una extensión de navegador incorrecta no es una ciencia exacta, pero hay algunos consejos generales a seguir:
Siempre investiga antes de instalar un complemento: consulta las reseñas de otros usuarios y las reseñas en la web, en caso las haya. Fíjate cuándo se actualizó por última vez la extensión, ya que las herramientas realmente antiguas y desactualizadas pueden ser menos seguras que las más nuevas, y definitivamente busca indicaciones de que el complemento ha cambiado de manos recientemente.
Es importante que te asegures de que las extensiones que instalas provengan de repositorios oficiales, como Chrome Web Store o el portal de complementos del navegador Firefox. Esto brinda cierto grado de certeza de que el software que estás instalando es legítimo y seguro, así que ten un poco más de cuidado con las extensiones que encuentras en otros lugares. No significa que los complementos nuevos y no revisados de desarrolladores desconocidos sean malos, pero debe tener mucho cuidado con ellos: ¿puede averiguar algo sobre la empresa o la persona detrás de la herramienta? ¿Está claro cómo se financia la extensión o es un proyecto amateur? ¿Qué pistas puedes obtener del sitio web vinculado en la página de lista de extensiones, por ejemplo?
Vuelve a verificar los permisos que solicita un complemento. En algunos casos (Firefox), se incluirán en la página de la extensión en la web; en otros (Chrome), no los verás hasta que instales el software. Estate atento a cualquier solicitud de permiso que parezca irrazonable o extraña teniendo en cuenta lo que se supone que debe hacer el complemento.
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