La principal comunidad nativa golpeada por el Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso, hoy lucha contra un nuevo enemigo, el narcotráfico.
Los asháninkas son una población indígena ubicada en la selva central de nuestro país. Esta comunidad fue una de las más golpeadas durante el periodo del terrorismo. Según informes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación fueron el principal grupo nativo víctima de Sendero Luminoso, pues el 10% de los asháninkas desapareció durante el conflicto interno. No existen datos precisos, pero los especialistas aseguran que de 55 mil asháninkas, cerca de 6 mil personas fallecieron y 5 mil estuvieron en campos de concentración senderistas.
El epicentro de la violencia se desató en diversas zonas de la selva central (Puerto Ocopa, Mazamari, Pichanaqui, etc.) y el valle de los ríos Ene, Apurímac y Mantaro. Para derrotar el terrorismo fue importante el rol que ejercía el Comité de Autodefensa junto al grupo militar Los Sinchis.
El último rescate, de los asháninkas que se encontraban bajo el mando de Sendero Luminoso, se registró en el año 2015 y contó con la participación del líder asháninka de la resistencia contra la subversión, Santiago Contoricón. Quien asegura que aún el pueblo asháninka sigue en lucha, pero ahora, contra un nuevo enemigo.
“Aún hay una lucha contra el narcoterrorismo y tratamos de evitar que, la misma necesidad de dinero, nos quite a los jóvenes asháninkas para que se vayan a trabajar a los centros de producción de coca en los montes del VRAEM”
Contoricón asegura que las rondas campesinas constantes, las vigilias de los militares que salen, por turnos, con metralletas por las zonas de Puerto Ocopa y el toque de queda a partir de las 8 p.m. Son acciones necesarias para controlar el paso de la droga por la localidad y cuidar el territorio de la invasión de colonos.
"La comunidad tiene cámaras instaladas solo en la carretera que te lleva desde Puerto Ocopa al Rio Ene y además hemos instalado trancas dentro de las localidades, para así evitar que por la noche pasen camiones de cargas, muchos de ellos pueden pasar droga"
Santiago Contoricón junto a miembros del Comité de Autodefensa cuidando la carretera de Puerto Ocopa (Foto: cortesía de Santiago )
En efecto, la comunidad asháninka aún realiza un rol importante cuidando sus territorios y ahora luchando contra un nuevo enemigo, el narcotráfico, que temen destruya la comunidad, como a mediados de los años 80 lo hizo Sendero Luminoso
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